Descripción
La dieta Alea no es tan sólo un libro más para adelgazar: es un manual que te mostrará cómo alimentarte de forma equilibrada, ligera y fácil, mejorando tus hábitos alimentarios a la vez que pierdes peso.
Por lo general, asociamos hacer dieta con alimentos prohibidos, ansiedad, comidas sin sabor, irritabilidad y pasar hambre; pero todo esto es innecesario, pues con la dieta ALEA comerás de todo, disfrutarás de la comida, seguirás una dieta mediterránea y cocinarás platos ricos, sencillos y tradicionales.
Asimismo aprenderás que hacer dieta no es eliminar grupos de alimentos ni sustituir comidas por productos.
La dieta ALEA se basa en una alimentación ligera, equilibrada y adaptada a ti:
• Alimentación: porque vas a comer.
• Ligera: porque seguirás una dieta hipocalórica.
• Equilibrada: porque comerás de todo, sin excepción.
• Adaptada a ti: porque podrás adaptarla a tus gustos y necesidades.
Con La dieta ALEA se acabaron las dietas restrictivas, prohibitivas, disociadas y afines, pues volverás a comer de todo, sin miedo y sin renunciar a las comidas en familia o con amigos.
En el libro La dieta alea (Zenith), médicos y nutricionistas explican los rudimientos de este método de adelgazamiento. Este es el extracto del libro en el que cuentan los trucos que podemos seguir para lograr perder peso:
No picotees entre horas
Si hay algo que hemos aprendido a lo largo de los años, es que el picoteo es una de las causas más importantes del sobrepeso y del fracaso de las dietas. ¿Qué es picotear? Es comer cualquier cosa que no esté en tu dieta, ya sea entre horas, al cocinar o durante las comidas.
Por muy insignificante que parezca, un trago de cerveza, cuatro o cinco frutos secos, una croqueta o un par de aceitunas aportan calorías y, sobre todo, crean desorden en tu dieta. Desorden que genera más desorden.
Así que ya sabes, si quieres conseguir tu objetivo en el tiempo adecuado, haz bien las cosas y sigue la máxima: «Si no está en la dieta, no lo como».
Vida social
Tranquilo, no tendrás que renunciar a tu vida social por estar a dieta: te enseñaremos a gestionar bien esas situaciones para que afecten mínimamente a tu adelgazamiento. Aprenderás a elegir, a compensar, a contenerte, etcétera.
Come y mastica despacio
Si no la tienes ya, es importante que cojas la costumbre de masticar y comer despacio.
Sabemos que es uno de los hábitos más difíciles de cambiar porque es algo inconsciente: cuando nos queremos dar cuenta ya casi hemos acabado el plato… Sin embargo es algo que te ayudará a corto y a largo plazo con tu peso, por eso lo consideramos algo fundamental.
Ten paciencia cada vez que te sientes para comer, cenar o similar. Tómate diez segundos y piensa: «voy a comer con calma y masticar despacio».
Mastica más veces y más despacio, saboreando la comida, disfrutando de cada ingrediente, de cada textura
Hará falta, generalmente, cierto tiempo hasta tener éxito completo en este sentido, pero pasados unos días o semanas lo harás bien sin querer, igual que antes comías rápido sin darte cuenta.
El tema no solo está en masticar despacio: coge menos cantidad de comida en el cubierto, haz el viaje más lento entre el plato y la boca, espacia el tiempo entre bocado y bocado, deja de vez en cuando el cubierto en el plato unos segundos, bebe agua entre medias… y, por supuesto, mastica más veces y más despacio, saboreando la comida, disfrutando de cada ingrediente, de cada textura.
Comer despacio te ayudará, mientras estás a dieta, a sentirte saciado cuando acabes de comer (o cenar o desayunar). Así no lo pasarás mal queriendo comer otra cosa. Fuera de casa, te ayudará a no pasarte con las cantidades. Y una vez que estés en tu peso, durante el mantenimiento, cuando ya no necesites pesar los alimentos, comer despacio será fundamental para no sobrepasarte con tus raciones.